domingo, 15 de diciembre de 2013

DEFINICIÓN DE LA IMAGEN

Todo aquel que habla ante un público debe tener clara consciencia del tipo de imagen que desea proyectar. No se puede llegar a un lugar que no se sabe dónde queda, como tampoco es posible acertarle a un blanco al que no se ha apuntado antes. Para que un orador desarrolle una imagen ideal, sebe seguir, al menos, cuatro pasos básicos:

Identificar la imagen que proyecta actualmente.
Definir la imagen que desea proyectar.
Definir las acciones coherentes con la imagen deseada.
Practicar hasta proyectar espontáneamente la imagen deseada.

Es importante evitar la creación de imágenes falsas, que poco o nada se parezcan a lo que la persona es en realidad. Una imagen impactante se diseña y se promueve, tomando como pilares las ventajas y cualidades más destacadas del orador. De lo contrario, lo que se muestra termina siendo una imagen irreal, incongruente y fácil de derrumbar.

Si el orador posee sentido del humor, la imagen creada y proyectada deberá incluir ese elemento. Si posee carácter y fuerza personal visible, podremos decir que es un "orador impactante". Si tiene experiencia diremos que es una persona conocedora y experimentada. El orador nunca debe mentir. Ofrecer luz para luego traer sombra, es deshonesto y nada recomendable.
En resumen, se puede decir, que hay tres variables que todo orador debe considerar para beneficio de su buen nombre, éstas son:

La información sobre su persona y trayectoria.
La apariencia externa.
La actitud emocional

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